En la antesala de la cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que comienza este martes en La Haya, Países Bajos, el Kremlin acusó a la Alianza Atlántica de empujar a Europa hacia una “militarización incontrolable”. La crítica surge tras el anuncio del nuevo secretario general de la OTAN, Mark Rutte, quien propuso elevar el gasto militar al 5 % del PIB de cada país miembro.

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“El bloque se encamina hacia una militarización incontrolable. Esta es la realidad que nos rodea”, declaró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, alertando sobre el impacto de esta política en la estabilidad regional, articulada a partir de una narrativa ficticia sobre una supuesta amenaza de invasión rusa.

Paralelamente, Rusia ratificó su respaldo a Irán frente a los recientes ataques estadounidenses. Peskov afirmó que Moscú mantiene una posición clara sobre la crisis en Medio Oriente y continuará desarrollando sus vínculos con Teherán. También confirmó que el Kremlin recibe información a través de canales especiales sobre los bombardeos de la entidad sionista y EE.UU., y que aún se evalúan los daños causados.

Rusia insiste en que la única salida al conflicto en la región debe ser política y diplomática, una postura que ha sostenido desde el inicio de las hostilidades.

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